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| Una
vez traspasamos la puerta nos encontramos con una escalera que sube a
las dos plantas siguientes. A la izquierda podemos ver los mecanismos
eléctricos y mecánicos que hacían funcionar las agujas que mostraban la
cantidad de lluvia recogida del año (arriba) y la de los 7 días de la
semana (abajo).
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| Nada
más subir a la primera planta nos quedamos sorprendidos con una
espectacular máquina actualmente en funcionamiento. Dicha máquina,
extrordinariamente bien conservada, tenía la función de, mediante un
complejo mecanismo de relojería combinado con un ingenioso sistema de
poleas, cambiar automáticamente las fases lunares. Sin embargo, el
cambio del día de la semana, del mes y del año se hacia de forma
manual. Actualmente las fases lunares funcionan correctamente, así como
el reloj gracias a los sistemas instalados y supervisados por el
Ajuntamiento de Badalona. En la sala también podemos encontrar una
vitrina en la que se alojaba un sistema eléctrico que permitía dar la
información de la lluvia que caía en el pluviómetro a través de unos
cables a los indicadores que vemos desde el exterior.
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Y llegamos a la última planta. La primera sorpresa es el pluviómetro.
Un tubo proviniente de una cubeta instalada en el tejado llevaba el
agua de la lluvia hasta las cazoletas y las hacían girar. Un sistema
eléctrico asociado a su giro generaba una electricidad que mediante los
cables era llevada hasta la 1º planta y por último a los indicadores
del exterior que daban la información. El agua de la lluvia, una vez
había pasado por el cicuito, era canalizada hacia el exterior. Por
último vemos la campana que antiguamente no estaba sola. Si os fijais
en la foto antigua que teneis en la sección de historia, vereis que habían
unas cuantas. No se sabe a ciencia cierta el porque pero podría haber sido a causa
del traslado de la estación de Barcelona a Badalona.
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